lunes, 19 de marzo de 2012

DIVERSOS PROBLEMAS CON LA INCUBACIÓN Y CON LOS HUEVOS

- PROBLEMAS CON LA INCUBACIÓN -

La mayoría de las aves jóvenes pueden ser educadas para convertirse en buenos progenitores con un poco de previsión y esfuerzo, muchas pruebas y paciencia. Creemos que es mejor intentar educar a sus aves para que sean buenos progenitores que adiestrarlas para que pongan huevos que vayan a ser incubados artificialmente o acabar rindiéndose y deshaciéndose de ellas. Siempre esperamos de las parejas primerizas que tengan menos éxito que las de mayor edad y más experimentadas. A veces, las primeras nidadas son puestas, incubadas y alimentadas a la perfección, y los polluelos marchan del nido fantásticamente. Las aves que tienen alrededor de dos años en lugar de sólo uno, al intentar reproducirse, suelen tener mayor éxito con su primera nidada.

Desgraciadamente, en lo que concierne a la cría, las cosas no siempre van como la seda, y con mucha frecuencia nuestros intentos por rectificar una situación empeoran las cosas. Hemos listado algunos problemas comunes con los que nos podemos encontrar durante la puesta y la incubación y algunas soluciones posibles.




- HUEVOS INFÉRTILES O NO FECUNDADOS -

Cuando intenta hacer criar a una pareja joven por primera vez y ésta efectúa la puesta e incuba a la perfección pero sus huevos no son fértiles, sustitúyalos por unos pocos huevos fértiles de otra pareja. Si logran, juntos, que los polluelos eclosionen y crezcan bien, su próxima nidada de huevos será, por lo general, fértil.
Sus ciclos hormonales parecen asentarse y sincronizarse al siguiente intento. Si retira los huevos para estimular la puesta de otra nidada, quizás altere el instinto de las aves y provoque otros problemas relacionados con la incubación.
Los huevos infértiles pueden proceder de hembras con muy buena disposición que ponen los huevos antes de que se haya dado el establecimiento de vínculos y el apareamiento con el macho. Si sospecha que esto es lo que está pasando, retire los huevos y el nido durante varias semanas. Esto proporcionará a la pareja el tiempo suficiente para conocerse. Si el macho incuba, también puede intentar hacer que la pareja incube, hasta la eclosión, huevos fértiles, permitiéndoles así criar a una familia de adopción. Esto debería dar lugar a la actividad hormonal necesaria y la siguiente puesta de huevos suele ser fértil.


- LA HEMBRA NO LLEGA A INCUBAR LOS HUEVOS A TÉRMINO -

Las hembras inexpertas abandonan a veces el nido antes de completar la incubación. Intente sustituir alguno de sus huevos por otros cuyo estado de desarrollo esté más avanzado y que comenzarán la eclosión mientras la hembra todavía esté incubando. El darse cuenta de que los polluelos acaban saliendo de los huevos generalmente desencadenará los normalmente fiables instintos maternales de la Ninfa/Carolina.


- HEMBRAS QUE NO LOGRAN INCUBAR LOS HUEVOS -

Éste es un problema común en las hembras primerizas. Lo mejor es emparejarlas con un macho experimentado que incube durante su turno, independientemente de las actividades de la hembra. Estas hembras suelen poner huevos sin parar, ya que la falta del instinto de incubación, que suele hacer que concluya la puesta de huevos, ha dado como resultado que continúen los niveles de hormonas para la producción de huevos, Si estas hembras entran en el nido para poner huevos y para incubar intermitentemente con el macho, puede colocarse en el nido un huevo de otra pareja que esté eclosionando mientras el macho está incubando.
Una vez más, el hecho de darse cuenta de que los polluelos están eclosionando suele solucionar la situación y puede que la hembra no muestre ya más problemas. Si el macho no ha incubado durante el turno nocturno, los huevos habrán muerto. Si son huevos de gran valor, coloque los huevos no fecundados en el nido e incube artificialmente los huevos originales, volviendo a colocar los huevos en el nido a medida que vayan eclosionando en la indubadora.




- MACHOS QUE INSPECCIONAN EL NIDO, SE APAREAN Y FERTILIZAN LOS HUEVOS PERO NO LOS INCUBAN -

Aplica el mismo consejo que en el caso de las hembras, aunque es algo más difícil de corregir, ya que el macho no tiene razones para entrar en el nido, excepto para vigilar a la hembra. No obstante, si deja que la hembra incube huevos infértiles e incuba artificialmente los fértiles, puede intentar colocar un huevo que es´te eclosionando en el nido, bajo la hembra. Es difícil, en primer lugar porque muchos polluelos eclosionan al principio de la mañana, cuando el macho todavía tiene que sustituir a la hembra. Si la hembra abandona el nido al principio del día y el macho no la sustituye, el polluelo podría morir rápidamente debido al frío. Si quiere intentarlo, deberá despertarse al alba y estar listo para rescatar al polluelo si el macho no asume sus labores paternas.

Hemos tenido dos machos que no incubaban hasta que oían a las hembras alimentando a los polluelos. A partir de ese momento se convierten en padres perfectos, cuidando a sus crías a lo largo del día e incubando y ayudando en la eclosión de los huevos restantes. Algunas hembras cuidarán de una nidada por su cuenta, aunque esto es muy difícil para ellas y no se debería dejar que cuiden de una gran número de polluelos.

Durante la estación reproductiva, suelen verse huevos infértiles puestos por hembras no emparejadas. Los recogemos regularmente para disponer de un suministro de huevos frescos que usar en caso de emergencia como las descritas anteriormente. Los huevos viejos suelen secarse y perder peso, y su uso no resulta adecuado.
Algunos vendedores especialistas de aves o de mascotas disponen de huevos de poliuretano muy reales que son perfectos para reeemplazarlos por huevos reales. Estos huevos tienen un peso y un tamaño similar a los de las Ninfas/Carolinas y conservan su temperatura de incubación, del mismo modo que los huevos de verdad.


- ARRANCADO DE PLUMAS -

El arrancado de plumas en el nido es uno de los problemas más frustantes con lo que se encuentran los criadores de Ninfas/Carolinas. No podemos ofrecer soluciones fáciles. De lo que estamos seguros es que, en algunos casos, el arrancamiento de plumas es un hábito aprendido. La mayoría de las aves a las que les arrancaron las plumas siendo polluelos, también las arrancarán a su descendencia. Si coge a los polluelos para criarlos manualmente tan protno como se haga evidente el arrancado de plumas, podrá reducir la probabilidad de que esto suceda en el futuro. No obstante, los progenitores, que nunca sufrieron el arrancado de plumas, frecuentemente y sin previo aviso, empezarán a arrancar las plumas a sus polluelos. Algunos hasta criarán varias nidadas antes de iniciarse en este hábito.

Hay varias posibles razones para el hábito, y es imposible hallar una solución. La anterior temporada, una de nuestras hembras empezó a arrancar las plumas de la cabeza de sus polluelos al tiempo que empezaba a poner e incubar otra nidada antes de que la nidada anterior hubiera abandonado el nido. Mientras incubaba esta nidada, el clima se tornó bastante caluroso, así que no mostró predisposición a poner otra nidada de huevos y , por tanto, los polluelos abandonaron el nido y fueron destetados sin que les arrancara ni una sola pluma.

Otros progenitores atacan a sus polluelos de forma bastante salvaje y sin avisar, arrancándoles muchas plumas e inflingiéndoles frecuentemente pequeñas heridas a lo largo de un único día. Estamos seguros de que hacen esto en un esfuerzo porque los polluelos abandonen el nido. Una recomendación consiste en colocar otro nido para los polluelos mientras empiezan a abandonar el nido, y el macho se encargará de alimentarles. Esto no siempre tiene éxito, especialmente en el caso de las Ninfas/Carolinas, ya que lo normal es que el macho esté en el nido, incubando durante el día. Proporcionar otro nido para la hembra implica que cambiará de nido, pero nuestras hembras parecen querer usar siempre el mismo.

Nos hemos dado cuenta de que las aves hiperactivas tienen mayores probabilidades de arrancar plumas, especialmente las hembras que deben cuidar de sus polluelos largas horas durante la noche. Parece ser que los polluelos con las plumas de color claro suelen sufrir el arrancado de plumas con mayor frecuencia, debido sencillamente, a que sus plumas de sangre son más visibles en la oscuridad.


Puede haber multitud de otras causas de las que no somos conscientes. Por el momento, las únicas soluciones que consideramos que son efectivas en algún grado consisten en una buena dieta que incluya minerales y oligoelementos, la reducción del estrés relacionado con factores ambientales y el romper el ciclo mediante la cría manual.




Pájaros

domingo, 18 de marzo de 2012

PUESTA DE HUEVOS E INCUBACIÓN

Los huevos de las Ninfas/Carolinas son blancos y de unos 25 mm de longitud. Suelen ponerse entre 5 y 7 huevos en días alternos; sin embargo, algunas hembras continuarán poniendo hasta que nazcan los polluelos. Nosotros intentamos acostumbrar a nuestros ejemplares a las inspecciones regulares del nido, y lo hacemos hablando suavemente a la pareja mientras rascamos la abertura con delicadeza antes de abrirla. Las aves suelen marcharse, pero algunas se quedan en el nido, moviéndose de un lado a otro o balanceándose y bufando encima de los huevos. Lo ideal es que se tranquilicen y le dejen inspeccionar los huevos, pero los progenitores que se marchan asustados cuando introduce la mano en el nido pueden desparramar y picotear los huevos. Intentamos introducir la mano de modo que el dorso apunte hacia las aves adultas y los huevos queden protegidos de cualquier daño si el ave se asusta y sale precipitadamente del nido. Tras unas pocas inspecciones regulares del nido, la mayoría de los ejemplares plenamente maduros las aceptarán tranquilamente.


Un beneficio de la inspección del nido durante la puesta es que le permite marcar los huevos a medida que son puestos y observarlos a través de una vela o luz para confirmar que son fértiles. Si una hembra pone demasiados huevos no podrá incubarlos todos bien. Etiquetando los huevos con un rotulador no tóxico señalando el orden en que fueron puestos. podrá ir retirando los últimos huevos a medida que vayan siendo puestos, siempre que hay observado los cinco o seis primeros huevos a través de una vela o luz y haya comprobado que son fértiles. Esto también le permitirá reconocer problemas potenciales en la puesta de los huevos. Si la hembra no pone los huevos cuando le toca o éstos presentan anomalías de cualquier tipo, observe cuidadosamente a la hembra por si muestra signos de no tener una buena salud.

Ambos padres comparten las tareas de la incubación, que suelen empezar de forma seria a partir de la puesta del tercer huevo. No obstante, alguna parejas inician la incubación de inmediato, incubando generalmente la hembra de noche y haciendo el macho el turno diurno. Las hembras especialmente entusiastas llevan a cabo, a veces, ambos turnos, y las parejas muy delicadas frecuentemente incubarán juntas. El macho no alimenta a la hembra, así que tanto la hembra como el macho saldrán de vez en cuando del nido para alimentarse.

NIDOS Y APAREAMIENTO

Las parejas compatibles reciben una caja-nido a principios de Agosto (recordemos que estamos hablando del hemisferio sur). En España a principios de Abril.
Como todavía es invierno, si las hembras empiezan a poner, se las debería observar detenidamente por si aparecen síntomas de la retención de huevos. Los beneficios de esta distribución en el tiempo es que los polluelos empiezan a eclosionar en primavera, cuando las condiciones climáticas van siendo más suaves y las horas de luz diurna aumentan a medida que se incrementan las necesidades nutritivas de las crías. Además, se puede obtener una segunda nidada antes de la canícula estival, lo que evitaría las pérdidas en el nido debidas al calor excesivo.


En Australia Occidental solemos retirar los nidos después de esta segunda nidada, y si deseamos obtener una tercera, los nidos pueden volver a colocarse cuando el clima empiece a refrescar. En Tasmania, el calor estival rara vez ha provocado un problema estresante. Del mismo modo, el frío invernal no suele ser lo suficientemente extremado como para provocar problemas reproductivos en las parejas maduras y experimentadas en excelentes condiciones y que tienen la firma intención de reproducirse. Las crías obtenidas en invierno abandonan el nido a una edad tan temprana y con un tamaño tan grande como las obtenidas en otras estaciones.

El uso de la iluminación artificial para prolongar el día (16 horas de luz diarias) y el uso de fluorescentes de 18 vatios durante la noche puede eliminar muchas de las desventajas de la cría invernal.
La corta duración del día durante el invierno supone la adaptación más importante. La iluminación artificial permite que las aves coman más y hagan más ejercicio durante el invierno. Sus aviarios disponen de paneles de policarbonato en la parte superior, lo que permite que entre la luz del sol.

Para nuestras Ninfas/Carolinas preferimos usar Cajas-Nido de un tamaño mayor al recomendado. Esto se debe, pincipalmente, al hecho de que muchas de nuestras nidadas suelen estar formadas por bastantes polluelos. Cinco o más polluelos grandes en un mismo nido pueden generar bastante calor, especialmente cuando les están saliendo las plumas, y las mayores dimensiones de estos nidos proporcionan suficiente espacio a los polluelos para que puedan apartarse y que corra un poco de aire entre ellos.

Nuestras Cajas-Nido cuelgan verticalmente y miden 450mm de altura y tienen una sección cuadrada de 250mm por lado. Disponen de un agujero de entrada cerca de la parte superior y una percha de madera dura para posarse justo debajo. Tienen dos o tres peldaños en el interior para ayudar a los progenitores a entrar y salir, sin tener que saltar encima de los huevos. Esto también ayuda a los polluelos a subir y bajar antes de salir al mundo exterior. Dejamos de usar escalerillas de alambre después de que algunos polluelos sufrieran heridas.

Las Cajas-Nido pueden fabricarse con cualquier tipo de madera no tratada. Se suele usar cartón-madera, madera multilaminar y madera de bricolaje. Esta última tiene algunas ventajas, ya que es totalmente lisa, es fácil de cortar y sus bordes se pueden pegar con pegamento. Los ácaros disponen de pocos lugares en los que esconderse en una caja-nido hecha de madera de bricolaje si las uniones son rellenas con un pegamento para madera no tóxico.

Vale la pena llevar a cabo el esfuerzo de encontrar trozos de madera dura para la percha para que así las aves se posen y para los escalones que conducen al nido. Los progenitores que estén incubando y se sientan aburridos picotearán los peldaños de madera, dejando expuestos los clavos.
Cuando las cajas-nido vayan a ser montadas en la parte externa de aviarios suspendidos, la abertura de inspección estará situada en la parte posterior y cerca de la altura a la que se encuentren los polluelos. En el caso de las cajas-nido colgadas en la parte interior del aviario, la abertura de inspección deberá estar en la parte frontal o la lateral. Fabricamos nuestras cajas-nido con una tapa que puede abrirse ligeramente si hace mucho calor. Si usa este método, asegúrese de observar a los polluelos para comprobar que son alimentados. Hemos tenido algunos progenitores que rehúsan entrar al nido si la tapa o la abertura de inspección están abiertas o incluso entornadas.
Cubra la parte inferior del nido con una medida intermedia entre 50 y 70 mm de material para anidar firmemente comprimido. Se puede usar aproximadamente dos terceras partes de virutas de pino o usar virutas de roble. Sin importar lo que use, asegúrese que el material no proceda de madera tratada con sustancias químicas. El principal criterio es que el material para anidar debería ser absorbente, aunque no demasiado fino y pulverulento, ya que esto podría atorar los orificios nasales y la boca de los polluelos.

Los materiales muy secos, como el musgo fino de turba, no resultan adecuados, ya que absorben una cantidad de humedad que frustra los intentos de las hembras para controlar la humedad de los huevos.
Todas nuestras carolinas se reproducen en nidos. Son más fáciles de limpiar y trasladar que los troncos, y no hemos experimentado dificultades para que las aves los aceptaran.
Como los nidos son prácticamente idénticos, nos encontramos con muy pocos problemas (por no decir ninguno) si se debe sustituir un nido durante la época reproductiva.

Una vez colocamos la caja-nido, las Ninfas/Carolinas las exploran rápidamente. El macho suele ser el primero en entrar y si considera que la caja-nido es segura y adecuada, frecuentemente oiremos cantando en el interior, en un esfuerzo por animar a la hembra para que entre. Parte del ritual de la aceptación, como pareja, de una caja-nido consiste en muchas discusiones, a base de gorjeos, sobre la remodelación, y la entrada suele ser adaptada, aunque la Ninfas/Carolinas no suelen ser destructivas.


Si a las parejas no se les proporciona tiempo suficiente para que establezcan vínculos antes de proporcionarles una caja-nido, puede que la hembra entre por su cuenta y empiece a poner e incubar antes de aparearse con el macho. Si observa que el macho no hace turnos para incubar, se podría estar produciento esto. Si hay mucha actividad en el nido y de apareamiento por parte de ambas aves, es de esperar que la puesta de huevos se produzca incluso al cabo de sólo una semana tras colocar la caja-nido. El escarbar y rascar considerablemente el material para anidar suele señalar el inicio de la puesta de huevos.

lunes, 9 de enero de 2012

COMPATIBILIDAD

Las Ninfas/Carolinas se aparearán en cualquier momento del año si tienen ocasión. El hecho de que lo hagan no significa que debieran, ni que los polluelos sean de la misma calidad durante todo el año. Como hemos de producir ejemplares de calidad y queremos proteger a nuestras aves reproductoras, tomamos decisiones sobre cuando se les debería permitir aparearse. El inicio de la primavera suele desencadenar el deseo de reproducirse, y éste suele ser el periodo más seguro para los progenitores y los polluelos.

Cuando se permite que las Ninfas/Carolinas escojan a su pareja, éstas establecerán un fuerte vínculo y no hará falta animarlas para que se apareen. Aunque eso pueda parecer ideal, es raro que la elección de una pareja idónea por Usted se corresponda con la de las aves. Con bastante frecuencia se emparejan con un hermano/a.

Frecuentemente practicamos una cría en línea, para así desarrollar las características que deseamos y para obtener aves de buena calidad, pero rara vez practicamos la endogamia. Consideramos que los cruces entre hermano y hermana, madre e hijo y padre e hija son endogámicos. En muchos casos, este tipo de apareamientos resultan en la pérdida de fertillidad, del deseo de aparearse, un aumento de la incidencia de calvas, independientemente de la mutación de color, la reducción de tamaño y la obtención de ejemplares menos resistentes. El tremendo resultado dela cría incontrolada son las Pérdidas.


Por tanto, escogemos las parejas ideales para nuestras aves sobre el papel, determinando los mejores apareamientos genéticos y teniendo también en cuenta las características individuales de los ejemplares, como el tamaño, la conformación, el temperamento, la viveza del color, etc...
Tras determinar las parejas, dejamos que pasen el invierno (que es cuando el ansía por reproducirse es menor), juntas, éste es el momento ideal para preparar a las aves para la siguiente estación reproductiva. Además, las parejas que no sean compatibles de inmediato crearán, con frecuencia, un vínculo para cuando dicha estación se aproxime, y dispondremos de tiempo suficiente para escoger una pareja alternativa para cualquiera de ellas que sea claramente incompatible. Aunque esta última situación es rara, sucede.


Aunque las Ninfas/Carolinas pueden aparearse en invierno, pueden existir varias desventajas si esto sucede. Las hembras, especialmente jóvenes, tienen una mayor tendencia a sufrir la retención de huevos cuando el clima es frío. Cualquier espanto nocturno provocará la pérdida total de los huevos y los polluelos en un periodo relativamente corto, y la menor duración del día hará que los progenitores dispongan de menos tiempo para alimentar a sus crías. El resultado serán polluelos que, generalmente tendrán un menor tamaño, que abandonarán el nido más tarde de lo normal, un mayo porcentaje de pérdidas de los polluelos más jóvenes y una mayor incidencia de problemas nutricionales, como la deficiencia de calcio.

CRÍA / SEXAJE

Aunque hay muchos factores que influyen en la cría exitosa de cualquier especie, una cosa es común a todas ellas: la necesidad de un macho y una hembra. Esto puede parecer una cosa fácil de determinar al hablar de las Ninfas/Carolinas, una especia que suele presentar dimorfismo sexual, pero siempre sorprende la cantidad de gente que comete errores. Parece que surge la confusión debido a que los factores de mutación alteran las características sexuales visuales aceptadas tanto en el patrón de coloración como en el plumaje. Por ejemplo, las mutaciones canela y ante permiten que las hembras muestres una cantidad considerablemente mayor de color amarillo no se aproxima a la que desarrolla un macho, y una hembra con esta mutación no posee el mismo borde, claramente definido, dela máscara facial, que sí posee el macho. Las hembras lutino y arlequinadas pueden poseer unas manchas en las mejillas tan grandes y de coloración viva como los machos que poseen la misma mutación.


La norma general dicta que los machos sexualmente maduros de la coloración gris normal y los que poseen cualquier mutación que implica sólo un cambio de color, sin un cambio en el patrón de coloración del plumaje, poseen una máscara amarilla bien definida. unas plumas de cola de un único color, y no tienen manchas juveniles bajo las alas cuando han alcanzado la madurez.

Las hembras maduras tienen tonalidades de amarillo de intensidad variable alrededor de los ojos y el pico, y las plumas de la parte inferior de la cola son amarillas y con un barrado de su color corporal. Las manchas de sus mejillas también se ven apagadas por su color corporal, haciendo que tengas un aspecto menos vivo. También conservan las manchas de debajo de las alas, aunque , en ocasiones, algunos ejemplares se liberan de ellas.

Los ejemplares jóvenes parecen hembras maduras, ya que tienen una cera de tonalidad rosada, y una cola y un penacho de menor tamaño. Inician una muda juvenil alrededor de los cuatro meses de vida que dura unos dos meses, momento a partir del cual los machos empiezan a desarrollar la coloración amarilla en el rostro. A veces perderán parte de las plumas de la cola, que serán sustituidas por plumas de un solo color en el caso de los machos. A las hembras les saldrán unas nuevas plumas de la cola barradas.

Algunas estirpes maduran más lentamente que otras, y puede que los cambios de las plumas del rostro no sean aparentes a los cuatro meses. Si sucede esto, puede arrancar una pluma barrada de la cola para acelerar un poco el proceso. No obstante, si se arranca la pluma dela cola antes de los cuatro meses de vida, puede que sea reemplazada por otra pluma juvenil, dándonos así una falsa impresión del sexo del ave.

El comportamiento es también uno de los métodos para el sexaje de las aves. De hecho, en el caso de las aves arlequinadas y las lutino puede que sea la única, y quizás la mejor, indicación para arreglárselas. Los machos sanos y activos empezarán a cantar y como a reirse a una edad tan temprana como las ocho semanas. Se podrá ver a los machos elevando los hombros mientras estiran las alas y cruzan sus extremos. Al hacer eso, frecuentemente parecen estar llevando a cabo pequeños movimientos de pies de un lado a otro, lo que combinan con un canto repetitivo. Algunos machos elevan y hacen descender el cuerpo en un movimiento de reverencia a las hembras mientras elevan los hombros.
Otros siguen incansablemente a la hembra que han escogido durante todo el rato. La hembra suele mostrarse indiferente a las atenciones del macho, a no ser que quiera aparearse, y si es así, se agacha, eleva la cola y gorjea.

A veces, las hembras pueden cantar tan bien como los machos jóvenes y , además, se ha observado a hembras aparearse con otras hembras, lo que complica la determinación del sexo. Nunca se observó que nadie haya descrito la elevación de los hombros en caso de las hembras, por lo que si la coloración de una hembra no revela su sexo, consideramos que esta actividad es el segundo rasgo más preciso para identificar a los machos.

Un problema que surge al intentar determinar el sexo de las aves arlequinadas es que sólo podrá asumir que un ave es hembra si no la ha visto comportarse como un macho. Siempre existe la posibilidad de equivocarse si el ejemplar es un macho que tarde en madurar, o si no puede observar al ave durante todo el día para detectar signos de comportamiento masculino.

Es de esperar que las hembras lutino muestren unos puntitos amarillos, sobre un fondo blanco cremoso, debajo de las alas, pero no creemos que éste sea un método preciso para el sexaje de las aves lutino, ya que depende de que el ejemplar disponga del suficiente contraste entre el blanco y el amarillo para que estos puntitos sean visibles. Si el ave es además perlada o arlequinada, el patrón punteado normal de las alas puede verse interrumpido y esta teoría para la determinación del sexo no tendría aplicación.


Los machos lutino desarrollan una capa de origen hormonal al alcanzar la madurez que se muestra en forma de un color marrón muy pálido o una tonalidad malva sobre las alas que no penetra en el barrado blanco de las alas. Las hembras nunca desarrollan esta coloración.
Hay muchas otras teorías basadas en los huesos pélvicos y en las mancas de las mejillas, y todas ellas tienen una precisión de por lo menos el 50%.

Desde NINFAS y CAROLINAS, nuestro Criador Experto a través de un Laboratorio Experto y Autorizado se realiza a todas nuestras aves un Sexado Molecular donde se determina el sexo de dichas aves. La fiabilidad de dicho Sexado es del 99,9 %.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

CURIOSIDADES Y COMPORTAMIENTOS



HISTORIA

Las cacatúas han sido descritas en la literatura desde el sigo XVIII. Fueron expuestas en el Jardín des Plantes, en París, en 1846, y allí fueron criadas con éxito. La Ninfa/Carolina era ya considerada un ave de aviario asentada en la Europa de 1884, y se hizo un huevo en EE.UU. en 1910. Han sido criadas en Australia desde 1901. El interés en esta ave poco valorada en aquel entonces se aceleró cuando apareció la mutación lutino en 1958.
Se ha escrito mucho discutiendo y cambiando los nombre científicos de esta especie. Nosotros usamos Nymphicus Hollandicus (Kerr).

En la actualidad podemos ver Ninfas/Carolinas con muchas variaciones de colores y patrón de pigmentación, pero deberíamos usar el ave gris original como guía del tamaño y talla. Las dietas domésticas y la cría controlada han proporcionado la base para que la Ninfa/Carolina incremente su tamaño, aspecto que sin duda se ha visto potenciado por las exigencias del mercado, pero que debe ser vigilado para que se conserve la integridad de la Ninfa/Carolina silvestre.

Los estándares deberían redactarse de modo que la Ninfa/Carolina perfecta e ideal sea exactamente eso, y que no sea mayor, más larga, más plumosa, etc... Deberían llevarse a cabo todos los esfuerzos posibles para asegurar que nuestra Ninfa/Carolina perfecta y normal no sufra un destino similar al del actualmente casi irreconocible periquito de concurso.
Las Ninfas/Carolinas son unas psitácidas de tamaño pequeño o mediano, y deberían medir de 300 a 330 mm de longitud. Algunos estándares para las exposiciones potencian un ave mayor, de hasta 350 mm. Estas medidas incluyen un penacho móvil que se va estrechando hacia su extremo, que mide 50 mm o más, y su cola, larga y esbelta, que constituye la mitad de toda su longitud. El peso normal es de 90-120 g.
La primera descripción del estándar para las exposiciones de la Australian National Cockatiel Society es sucinto e ideal: "La Ninfa/Carolina es un ave rolliza y de buen aspecto que tiene un dorso recto y un tórax lleno, lo que confiere el aspecto general de que se trata de un ave fuerte y capaz de desplazarse a lo largo de amplias áreas en busca de su alimento diario".

No podemos considerarlas, simplemente, como "pájaros grises". Si las observamos de cerca veremos tonos que van del gris plomo al del carbón vegetal por todo el cuerpo del ave. Los tonos castaños y la difusión subyacente de color amarillo hacen que la intensidad de color sea mayor. Todas las Ninfas/Carolinas normales disponen de un patrón de coloración blanca en los hombros y en las plumas remeras. Este patrón de coloraciones se une para dar lugar a un barrado blanco en las alas, que es claramente visible en reposo o durante el vuelo. Cuando la difusión de amarillo es rica, este barrado blanco de las alas tiene franjas amarillas.
Los machos maduros desarrollan una cara y un cuello de color amarillo vivo y muestran una mancha anaranjada en la mejilla. La profundidad y la extensión de color amarillo vivo desde la cara hasta alrededor de la mitad de su longitud, y luego tienen unas puntas de tonalidad gris. Usan su expresivo penacho para comunicarse.

Las hembras tienen una cantidad similar de color amarillo y anaranjado en la cara, pero este color se halla superpuesto por una difusión de color gris. Las plumas timoneras inferiores están barradas con tonalidades amarillas y suelen tener un pecho de tonos grises o moteados. La cresta de las hembras es fundamentalmente gris, pero es tan expresiva y larga como la de los machos.

Nada más eclosionar, las Ninfas/Carolinas normales, de tipo silvestre, tienen un plumón amarillo y los ojos oscuros. Los juveniles tienen unas ceras de tono rosado que se "encienden" cuando tienen miedo o se han hecho daño. Las Ninfas/Carolinas jóvenes tienen una coloración más oscura, hasta que aparece el plumón pulverulento en cantidad suficiente como para dispersarse por todo el plumaje. Esta distribución suaviza el color de la Ninfa/Carolina y también ayuda a hacer que su plumaje sea impermeable.

Los machos jóvenes se parecen mucho a las hembras hasta alrededor de los cuatro meses de vida, cuando empiezan a mostrar un listado amarillo en el rostro y reemplazan las plumas timoneras barradas por unas de color uniforme. Las Ninfas/Carolinas tienen unas ceras, pies, uñas y ojos de color gris oscuro cuando son adultas.
En la Biblioteca del Naturalista, que consta de 40 volúmenes datados de 1833-1843, el autor William Jardine, muestra en el volumen 10, un dibujo pintado a mano por Gould de la "Ninfa/Carolina de mejillas rojas". Esta ave fue identificada como Nymphious Novae Hollandieae. Su observación muestra, claramente, a la Ninfa/Carolina nativa de Australia. En otros libros históricos las Ninfas/Carolinas han sido conocidas con el nombre de "corellas", "pericos crestados", "pericos crestados de tierra", "loro gris", "loro de penacho amarillo" y "loro cacatúa".

Las Ninfas/Carolinas están distribuidas por toda Australia. No obstante, la mayoría de los avistamientos en Tasmania corresponden, probablemente, a ejemplares que se han escapado de aviarios. Por lo general evitan las zonas costeras, a no ser que en el interior los veranos hayan sido muy secos. En tal caso, migran cerca de las costa, donde las condiciones son más favorables. Debido a su capacidad de adaptación pueden encontrarse en cualquier lugar de Australia en el que dispongan de un aliento adecuado y de agua.

Observar a las Ninfas/Carolinas en la naturaleza era una gran prioridad para nosotros mientras estuvimos, hace poco, en los territorios del norte. A cuatro horas al sur de Darwin, en Pine Creek, vimos a un pequeño grupo de Ninfas/Carolinas. Al acercarnos, los progenitores volaron hasta un árbol muerto cercano. La hembra quedó claramente a la vista, pero el macho se colocó de lado sobre la rama y prácticamente desapareció de nuestra vista. El y la rama tenían un color muy parecido. Esto hizo que nos diésemos cuenta de que quizá habíamos pasado cerca de muchas Ninfas/Carolinas sin verlas.
Las siete aves jóvenes permanecieron al lado de la carretera de grava, picoteando afanosamente en un lugar. Seguimos acercándonos, hasta que huyeron volando y se les unieron sus progenitores. Pasamos algún tiempo intentando dilucidar qué estaban comiendo, pero no descubrimos nada reconocible. O las semillas de este lugar desnudo con grava fina eran demasiado pequeñas como para verlas o estaban interesadas en la grava arenosa y roja.
Colocadas sobre los cables del teléfono, con los penachos elevados a modo de estado de alarma, las Ninfas/Carolinas que viven en las zonas de Australia Occidental donde se cultiva trigo son fácilmente reconocibles.



LA ADQUISICIÓN DE LOS EJEMPLARES

Si entra en cualquier tienda de mascotas encontrará Ninfas/Carolinas en venta. Generalmente se trata de ejemplares grises normalmente, y habrá unos poco de las mutaciones más normales, como la lutino, la perlada y la arlequinada.

Para alguien que quiera unas pocas aves alegres y atractivas para tenerlas en una pajarera en el jardín trasero, su adquisición de manos de un tratante o en una tienda de mascotas, probablemente será suficiente. No obstante, para aquellos interesados en la cría de mutaciones de colores, es mejor adquirir las aves de manos de criadores privados, que vigilan muy de cerca los apareamientos entres sus ejemplares, mantienen unos registros precisos y pueden garantizar la genética de sus aves.
Para aquellos que quieran una mascota, los mejores ejemplares serán, sin duda, los polluelos criados manualmente (Papilleros). Éstos ya estarán acostumbrados a las personas y a su manejo. Los ejemplares más gregarios se distinguirán de inmediato, ya que suelen agarrarse a la alambrada pidiendo la atención de las personas mucho tiempo después de su destete.
Independientemente del objetivo que se tenga para las aves, hay algunas cosas básicas en las que fijarse en lo referente a la salud y al bienestar de los ejemplares que vaya a escoger. Una de las cualidades más encantadoras de la Ninfa/Carolina es su carácter activo y alegre. Cuando no duerme, cosa que hace a lo largo de la parte central del día, debería moverse activamente de un lado a otro, acicalarse, alimentarse y explorar la zona en la que vive, lo que hace que, para un neófito, sea realmente fácil escoger un ejemplar sano.
Si va a escoger aves en verano, vaya a primera hora de la mañana, antes de que haga calor. Durante esta parte del día las aves deberían estar activas y , así un ejemplar que tenga aspecto de estar dormido y encontrarse mal será más fácil de distinguir. En condiciones muy calurosas, la mayoría de las Ninfas/Carolinas dascansarán sobre ambas patas y tendrán las alas extendidas, las plumas pegadas al cuerpo y el pico ligeramente abierto; desde luego que no es una postura más atractiva. La captura y el transporte de aves cuando hace calor es estresante y no es una buena idea.
En invierno es mejor ir a verlas a último hora del día, cuando inician su comida vespertina. En este momento del día deberían mostrarse activas y no sentir el frío, por lo que debería evitarse la adquisición de un ave que siga teniendo el plumaje hinchado y sestee mientras mantiene una postura apoyándose sobre las dos patas.
El ave que escoja debe tener un buen tamaño y un buen plumaje en relación a su edad.

Las Ninfas/Carolinas crecen hasta, por lo menos, los doce meses de vida. Incluso los ejemplares jóvenes que han sufrido enfermedades o lesiones alcanzarán normalmente su tamaño normal en este periodo si se les suministra una buena dieta. Así pues, busque aves que tengan un tamaño razonable para su edad, y fíjese mucho más en su conformación, que cambiará en menor grado a medida que el ave madure.

Las aves jóvenes pueden parecer realmente pequeñas y desaliñadas cuando sufren su muda juvenil entre los cuatro y los seis meses de vida. Si sabe que el ave que quiere adquirir tiene esa edad, podrá excusar su aspecto, pero no obstante, lo mejor es escoger sólo aquellos ejemplares que tengan un buen plumaje.

Las Ninfas/Carolinas adultas mudan en enero o febrero (hemisferio sur), aunque una climatología anómala puede dar lugar a mudas más tempranas o tardías. Escoger, en esta época, un ave con un plumaje perfecto puede resultar difícil.
Una de las zonas extensas sin plumas (calvas) en esta época del año suelen ser resultado de un acicalado excesivo por parte de otras aves, especialmente cuando son tenidas en grandes cantidades y con pocas cosas que las mantengan ocupadas. Esto, a pesar de tener un aspecto poco estético, es inocuo, aunque el ave que arranque plumas frecuentemente será un progenitor que también las arranque. Por otro lado, deberían evitarse los ejemplares con cualquier signo de automutilación o de una salida anormal del plumaje. Evita las aves a las que les falten plumas alrededor de los ojos, ya que esto puede ser síntoma de que se tratan de portadores de psitacosis, una enfermedad muy contagiosa entre las aves. Otros síntomas a evitar son la respiración dificultosa, las infecciones oculares y las secreciones nasales, ya que son síntomas de esta misma enfermedad y, en general, de mala salud.

Debería observar detenidamente a los ejemplares para ver si sufren cojeras o anomalías en el pico y los dedos de las patas. Su cloaca y las plumas que la rodean deberían estar límpias y cuando coja al ave que ha elegido, ésta debería tener una capa de musculatura y carne firmes a cada lado de la quilla. Una quilla afilada y pronunciada es signo de mala salud o de una infestación grave por parásitos internos.
Para aquellos interesados en exponer su ejemplares en concursos, las sociedades nacionales dedicadas a esta ave pueden proporcionarle una copia del estándar nacional. Para aquellos que simplemente estén interesados en la cría de ejemplares de buena calidad, dicho estándar puede ser usado como guía. Con el tiempo, irá distinguiendo a las aves de buena calidad y sabrá, automáticamente, en qué fijarse.
El error más fecuente es criar en pos de color y las manchas poniendo un menor énfasis en una buena conformación.
Al adquirir ejemplares procedentes de criadores, pero sin verlos, ya que puede que residan en una gran distancia como para hacer una visita, tan sólo puede fiarse de la honestidad del criador cuando le hable de sus aves. Todos los ejemplares que salen de una jaula de transporte tienen un aspecto estresado y con el plumaje encrespado. A no ser que las aves estén en un obvio mal estado o no sean en absoluto lo que quería, la valoración final sobre sus nuevas adquisiciones debería aplazarse, como mínimo, unos pocos días (preferiblemente semanas) para permitir que las aves de asienten y vuelvan a acicalarse. Sin embargo, no debería aceptar, bajo ninguna circunstancia, aves que crea que ha recibido mediante una descripción engañosa.
Cualquier animal nuevo, independientemente de la especia a la que pertenezca, debería pasar una cuarentena de por lo menos cuatro semanas (preferiblemente seis) antes de ser alojado junto con sus otras aves. Durante este periodo, sus nuevos ejemplares deben ser sometidos a un tratamiento contra los parásitos internos y externos para evitar que los pudieran transmitir a las aves que ya tiene, y se les debería observar cuidadosamente por si muestran síntomas de enfermedad.




NINFAS/CAROLINAS CONSIDERADAS COMO MASCOTAS

Las Ninfas/Carolinas consideradas como mascotas están más felices si las tenemos en parejas que si las tenemos solas, ya que esto es algo innatural siendo, como son, una especie gregaria. Sin atenciones regulares ni compañerismo, estas inteligentes aves frecuentemente se frustrarán y desarrollarán problemas del comportamiento, como gritar solicitando atención o arrancarse las plumas.
En teoría nos convertimos en la bandada del ave y, por tanto, somos los sustitutos de su necesidad de compañía. Lo cierto es que la novedad que supone tener un ave dócil puede pasar pronto, y el ave pasará más y más tiempo encerrado en una jaula, el tamaño de la cual sería el equivalente a que una persona quedara encerrada en un cuarto de baño. cuando nos referimos a dos aves tenidas como mascotas hablamos de dos ejemplares, que no tienen porqué ser un macho y una hembra. Debería evitar tener una pareja si no desea hacerlas criar.

El alojamiento, la dieta y otros aspectos del manejo relevantes a los cuidados de estas aves tenidas como mascotas ya ha sido tratado en temas anteriores de este Blog. Esto nos hace recordar algunas de las falacias tales como: "si tengo dos aves no seguirán siendo dóciles".

Si adquiere dos ejemplares que hayan sido criados manualmente (Papilleros) y los maneja con frecuencia, no hay razón alguna para esperar que se vuelvan salvajes. Los periquitos criados manualmente prefieren tener amigos que sean de su misma especie, pero las Ninfas/Carolinas pueden compartir fácilmente sus aficiones con usted y con un ave.

La personalidad de las Ninfas/Carolinas varía mucho, y no todas son buenas mascotas. El criador debería proporcionarle una mascota que proceda de una familia especialmente gregaria y amistosa. Estas aves, al ser criadas manualmente (Papilleras), suelen seguir siendo dóciles incluso al tenerlar en un aviario con compañeras no dóciles. Si adquiere un ave que tiene como mascota, le recomiendamos que amanse a la nueva antes de hacer las presentaciones. El miedo que siente el ejemplar nuevo será captado por el ave que ya tiene y puede alarmarla. Mucha gente que ha adquirido nuestros ejemplares papilleros como compañero para una mascota me han informado de que la personalidad de su primera ave ha florecido con la introducción del nuevo y dócil ejemplar.
"Si tengo dos ejemplares no podré enseñarles a hablar". La capacidad de imitar y el deseo de hacerlo varían entre las distintas aves, teniendo los machos una mayor inclinación a aprender palabras. No enseñamos a nuestros ejemplares a hablar, de forma autodidacta, a silbar y a hacer un ruido parecido al del pato Donald. Como era un macho muy gregario y parlanchín, logró enseñar al resto de los machos y a alguna de las hembras a hacer el mismo ruido. Estamos seguros de que si le hubieramos repetido algunas palabras continuamente habría aprendido a hablar y probablemente, hubiera enseñado a muchos de los ejemplares a decir las mismas palabras. Nos llegan muchos comentarios de aves tenidas como mascotas que han aprendido a hablar o a silbar una determinada canción.

En cuanto a cuál de los dos sexos es mejor como mascota, ambos tienen atributos que les hacen ideales. Los machos tienen tendencia a ser muy gregarios y divertidos, aunque a muchos no le hace gracia que les acaricien y les rasquen, aunque si les gusta subirse a su cabeza o su hombro mostrando así una cierta dominancia sexual. Las hembras, por otro lado, son muy dulces y afectuosas, y generalmente insistirán para que les rasquen la cabeza durante horas. Frecuentemente se sienten satisfechas recostándose contra su cuello y sentándose tranquilamente durante largos periodos.

Las Ninfas/Carolinas jóvenes pierden peso durante el proceso del destete y puede enfermar si las somete a estrés, como el ser transportadas a un nuevo hogar, a una tienda de mascotas o a un tratante de aves. Por tanto, preferimos vender nuestras mascotas una vez que estamos seguros de que comen bien por su cuenta. También necesitan ser manipuladas para así aprender a acudir a su propietario para obtener compañía, y no sólo alimento. Las Ninfas/Carolinas que han sido criadas manualmente serán dóciles y tendrán confianza con la persona que las ha criado, pero quizás todavía se muestren desconfiadas con los desconocidos. Hay pasos importantes que se deben toar al adaptar a sus aves a su nuevo hogar.
Siempre que entregamos ejemplares a su nuevo propietario lo realizamos con una pequeña cantidad de las semillas a las que están acostumbradas y una hoja con detalles sobre sus cuidados y dieta. Recomendamos que los animales permanezcan en su jaula durante por lo menos un día, hasta que se vayan acostumbrando a las voces y al aspecto de sus nuevos propietarios y a los ruidos de su nuevo entorno, especialmente a cualquier animal nuevo. Si la familia posee varios niños, recomendamos que sólo un adulto y un niño estén con el ave cada vez. Una habitación llena de gente desconocida puede espantarlas.

Los pájaros deberían ser tenidos en una habitación pequeña al principio y se les tendría que permitir salir de la jaula por su cuenta, si es posible, o se les debería animar para que saltasen y se colocasen sobre su mano para sacarles de la jaula. No las persiga por la jaula, ya que así aprenderían a tener miedo. Las aves a las que se les ha permitido salir de la jaula y explorar su entorno sin mostrar miedo se acostumbrarán rápidamente a éste y a sus nuevos propietarios. La habitación pequeña evitará que salgan volando con demasiada rapidez y que se puedan lesionar o asustar por los objetos presentes en la habitación.
Si al principio vuelan alejándose de usted y se posan sobre la barra de una cortina, déjeles que se calmen antes de acercarse tranquilamente y anímeles a que se posen sobre su mano. Siempre recomendamos disponer de un poco de eucalipto o hierbas que estén produciendo semillas para mantenerles ocupadas mientras están sobre su regazo o su mano.
Ademas de suponer un premio, proporcionan a un ave nerviosa algo que hacer y tienen un efecto tranquilizador. A medida que se acostumbren a usted y a su nuevo entorno, se irán volviendo cada vez más atrevidas y se les podrá permitir explorar zonas más amplias dentro de casa.
No obstante, a no ser que les recorte las plumas de un ala (como ya indicamos, desde este Blog no somos partidarios de esta práctica), lo mejor será tener a las aves en habitaciones que no tengan aberturas hacia el exterior de la casa o las ventanas cerradas. 
Nos llamaron personas que han perdido a sus mascotas porque han salido fuera de casa con su animal posado sobre su hombro. Tan pronto como el ave ve que se encuentra en un territorio desconocido suele salir volando debido al pánico y lógicamente la perderemos en un momento.

Los ruidos fuertes y repentinos alarmarán a sus aves, especialmente los del teléfono y el timbre de la casa. Los hornos, los fregaderos y las neveras son potenciales trampas mortales para las Ninfas/Carolinas tenidas como mascotas. Si es posible, eche las cortinas y cierre las puertas que dan acceso al baño o a la cocina.
También deben estar atento a las plantas caseras potencialmente venenosas, al gato o al perro y a los pulverizadores tóxicos de insecticida. Lo más importante que debe recordar para la seguridad de su mascota es que, simplemente, debe estar atento a sus aves y a lo que hacen mientras están fuera de su jaula y juegan en su entorno. 
Con un poco de cuidado debería poder disfrutar durante años del compañerismo de estas encantadores y pequeñas aves.

miércoles, 31 de agosto de 2011

CRIADOR EXPERTO DE NINFAS y CAROLINAS


El Criador Experto de NINFAS y CAROLINAS está Asociado en AMCAE (Asociación Madrileña de Criadores de Aves Exóticas).




Federado en FOCDE (Federación Ornitológica Cultural Deportiva Española), como Criador Nacional.

jueves, 18 de agosto de 2011

ENFERMEDADES

CORTES Y HERIDAS


A veces nuestros pájaros pueden sufrir pequeños cortes o heridas. Normalmente se curan con gran rapidez debido a la naturaleza de su sangre. No obstante, para ayudar a que la curación sea más rápida, podemos limpiar la herida con agua oxigenada y aplicar algún ungüento antibiótico con tanta frecuencia como sea necesario.
Circunstancia a tener en cuenta a este respecto es que a nuestro pájaro cabe que le salga alguna llaga en los pies si pisa continuamente sus propias deposiciones y la suciedad se adhiere a ellos de modo permanente.

Dado que la Ninfa/Carolina permanece cada minuto del día apoyada en sus pies (salvo cuando vuela, por supuesto), el mantener éstos en condiciones sanas es vitalmente importante. Como es natural, la mejor prevención es mantener el fondo de la jaula lo más limpio posible, cambiando el papel y lavando las perchas con tanta frecuencia como resulte necesario.
No obstante, si los pies quedan recubiertos por una costra de suciedad, lo mejor es darle un baño al pájaro. Si muestra oposición a ello, lo cual suele ocurrir con algunos ejemplares, tendremos que lavarle los pies manualmente. A tal fin será suficiente valerse de un paño suave y agua tibia y se conseguirá resolver la cuestión en pocos minutos. Si las condiciones de los pies son realmente malas, sumérjamosle éstos en agua tibia durante unos pocos minutos antes de frotárselos para eliminar la suciedad y procedamos después a sacárselos con un paño.

En el caso de una Ninfa/Carolina con una para rota cabe hacer dos cosas: o bien no adoptar ninguna medida y que siga con su dieta normal o bien aplicar un entablillado  construido por un astil de pluma de un pájaro de mayor tamaño. Una buena dieta contribuirá a la curación pero cabe que quede lisiado y, como consecuencia de ello, imposibilitado para criar. El entablillado constituirá nuestro mejor seguro contra esta posibilidad siempre y cuando nos aseguremos de que los dedos y el pie se halan orientados en la dirección apropiada cuando fijemos el entablillado. De hecho, se necesitaran dos personas para llevar a cabo esto correctamente: una para mantener el entablillado en posición adecuada y la otra para vendar ligeramente la pata. No deberemos vendar esta con tanta firmeza que con ello impidamos la circulación. Solamente se requieren unas dos semanas para que se cure la pata rota de una Ninfa/Carolina, pero como siempre, si no estamos muy seguros acerca del procedimiento que debemos seguir, consultemos a nuestro veterinario.


PATAS ABIERTAS

La situación de patas abiertas puede haber sido originada o bien por el hecho de que uno de los padres se ha posado sobre el joven polluelo apoyándose sobre el con exceso y provocando una separación excesiva de las patas hacia los lados o bien por haberse colocado el polluelo sobre una superficie resbaladiza y haber impulsado las patas hacia afuera con el peso de su cuerpo.

Si observamos este defecto con la debida prontitud podemos corregirlo envolviendo cada pata en un poco de algodón y sujetándolas con cinta adhesiva justo por encima del tobillo de modo que se mantengan lo suficientemente rectas como para mantener el polluelo en posición de pie. Podemos recortar la cinta adhesiva y darle la forma apropiada para que no entre en contacto con el estómago del polluelo. Conviene recordar, no obstante, que cualquier cinta adhesiva o algodón colocados en la parte inferior de un polluelo se ensuciará con rapidez con las deposiciones y se desprenderá.
Retiremos la cinta adhesiva todos los días y dejemos que el polluelo haga ejercicio durante una hora antes de proceder a colocarle otra cinta nueva. Si así procedemos, podremos apreciar una mejora al cabo de pocos días y nos será posible suspender el tratamiento transcurrida una semana aproximadamente.


ALAS ROTAS

Si nuestro pájaro tiene un ala rota, el valerse de una almohadilla de gasa y fijarla mediante esparadrapo debajo de aquélla tras replegarla en una posición cómoda contra el cuerpo del pájaro, constituye el mejor sistema. Podemos evitar que el ala sufra ulterirores daños instalando el pájaro en un punto relativamente apartado dentro de una jaula hospital. Muchos expertos consideran que la única cosa que deberíamos hacer, en el caso de una rotura de ala, es acudir de inmediato a un veterinario pues tiene que al tratar de aplicar cualquier entablillado por nosotros mismo ello se traduzca en un resultado más perjudicial que beneficioso.
La mejor manera de evitar accidentes de esta naturaleza es asegurarse de que nuestro pájaro se halla familiarizado con su entorno. No añadamos nuevos obstáculos que e pájaro no esté en condiciones de reconocer y asegurémonos de que las ventanas con cristales transparentes han sido cubiertas para evitar que choque con ellos al pensar que se trata de un espacio libre.

Si debido a desorientación o cualquier otra dolencia o accidente nuestro pájaro colisiona con una pared, son muchas las probabilidades de que se quede sin sentido. Si ello ocurre, envolvámoslo ligeramente con un paño seco y suave hasta que se recupere de nuevo. Después llevémoslo al veterinario para que lo examine. Si todavía no lo hemos hecho, cabe que sea una buena idea proceder a recortarle las alas. (Desde este Blog no siendo partidarios).
De todos modos, todavía deberemos seguir mostrándonos cuidadosos con un pájaro al que se le ha practicado esta operación.


ESTADO DE SHOCK

Si nuestro pájaro permanece posado en su percha o en el fondo de la jaula aparentemente si vida cabe que esté sufriendo un estado de shock. Esto puede reconocer como origen muchas cosas, dependiendo tal circunstancia de la personalidad de nuestro pájaro.
Cualquier situación susceptible de provocar una fuerte tensión al pájaro lo que puede llevar a un estado de shockprolongación de la tensión puede conducir a la muerte prematura del pájaro.

Si nuestro pájaro se encuentra en un estado de shock, deberemos mantenerlo aislado y sometido a una temperatura templada. Dado que el calor es el mejor remedio en estos casos, podemos ajustar la esterilla eléctrica a un nivel comprendido entre 30 y 35 ºC. El pájaro saldrá de su estado de shock en un plazo máximo de un día. Si a pesar de todo ello no es así, consulte al veterinario inmediatamente.


ÁCAROS

Si nuestro pájaro dedica buena parte de su tiempo a rascarse, cae que sufra la presencia de ácaros, los cuales se alimentan de su sangre. A menudo nos resultará posible detectarlos mientras pululan por entre las plumas y donde con mayor frecuencia cabe encontrarlos es en las grietas y hendiduras de la madrea de las pajareras. Existen diferentes tipos de esta clase de insectos y deben ser eliminados lo más pronto posible después de haber detectado su presencia.
Los ácaros rojos son los que con mayos frecuencia se asocian con las Ninfas/Carolinas. De hecho, son de color gris pero después de chupar la sangre de los pájaros adquieren una tonalidad soja. Son relativamente difíciles de detectar ya que sólo atacan a los pájaros de noche cuando todas las luces están apagadas. Si el rascar nos lleva a sospechar la presencia de ácaros, cubramos la jaula con una tela ligera durante unas cuantas horas, después retirémosla con rapidez. con ello cogeremos a los ácaros desprevenidos y podremos verlos bajo forma de diminutos puntos grises y rojos en el reverso de la tela. Existe un cierto número de buenos atomizadores comerciales para combatir los ácaros y que podemos encontrar en nuestro establecimiento de animales de compañía.
Todo cuanto acabamos de decir también resulta válido  para los diversos piojos que, algunas veces, cabe encontrar en las Ninfas/Carolinas. Los ácaros, las bacterias, las lombrices y otros parásitos pueden ser causa de graves daños para nuestros pájaros si dejamos que proliferen. Ahora bien, dado que los ácaros pueden ser controlados con la utilización de atomizadores comerciales específicos para este fin, constituye generalmente una buena práctica el desinfectar toda la jaula o pajarera cuando dichos parásitos hacen acto de presencia. Con dicho objeto las jaulas deben ser sumergidas en agua caliente en la que se haya disuelto un desinfectante, restregándolas a fondo, enjuagándolas y poniéndolas a secar al sol. También deben recibir un tratamiento similar todos los recipientes para la comida y el agua, las perchas y los juguetes. Esta labor debemos llevarla a cabo una vez por semana durante tres o cuatro y seguir después con el atomizador aplicándolo a la jaula y a las perchas.

Administrando a nuestros pájaros un lombricida en primavera y en otoño evitaremos que los destruyan estos parásitos, cuyos huevos se trasmiten a través de los excrementos de aves silvestres o en algunos casos, de nuevos ejemplares que se añaden al grupo. Para combatir esta posibilidad, todas las verduras, futas y agua deben ser apartadas del alcance de los pájaros durante un par de días. Después, se mezcla en antihelmíntico con el agua para beber y se ofrece ésta a los pájaros. Si el nuestro se halla enfermo y se muestra apático, constituye una buena idea administrarle manualmente el medicamento antes que esperar a que acuda a tomárselo por sí solo al beber el agua. Todos los medicamentos puedan necesitar nuestros pájaros podremos obtenerlos acudiendo a nuestro establecimiento de animales de compañía o a nuestro veterinario, siendo necesario subrayar que sin antes haber consultado con éste no constituye una buena idea el administrar cualquiera de ellos.
Al no haber ingerido ningún líquido durante un período de tiempo tan prolongado, los pájaros se mostrarán ansiosos por tomar la medicina. Otro método que cabe seguir requiere inyectar la mezcla directamente en el esófago del pájaro. En cualquier caso y sea cual fuere el sistema elegido. las lombrices muertas harán acto de presencia en las deposiciones poco después de que se haya administrado el antihelmíntico.

Cuando nuestros pájaros vuelen en libertas por nuestro hogar, asegurémonos de que no van a tener acceso a cosas tales como sobrantes de comida, periódicos, papel pintado, plantas de interior o bolsas de plástico. La ingestión de cualquiera de ellos puede provocar inflamaciones en el estómago e intestinos. En el caso del plástico, cabe incluso que perezcan por sofocación al tragarse fragmentos de este peligroso material.
Otro aspecto a tener en cuenta es que la resistencia de un pájaro es muy reducida en la época de muda pero una dieta sana lo protegerá contra cualquier enfermedad durante estos períodos.
Finalmente recordemos que si se producen vómitos, ello probablemente será debido a una dieta inadecuada. Cambiémosla pues de inmediato.


DIARREA

Aun cuando la diarrea es a menudo un síntoma de otras dolencias, también es normal que sea resultado de una dieta inadecuada.
Puede asimismo ser consecuencia de que el pájaro haya comido algún alimento o bebido agua en malas condiciones. A menudo se utiliza con apreciable éxito para tratar estas situaciones la vitamina B12, la cual deberemos administrársela, mientras se encuentra aislado en una jaula hospital, añadiendo cuatro gotas a cada 30 g de agua.


BUCHE AGRIADO

La comida no digerida en el buche de una Ninfa/Carolina conduce a lo que se conoce como buche agriado y que da lugar a que se desarrolle una colonia de hongos y provoque una infección. Esta condición cabe detectarla por presentar el buche un aspecto hinchado y despedir un olor inhabitual. Para corregirlo deberemos sostener al pájaro con su abdomen hacia arriba y con suaves presiones del dedo tratar de desplazar hacia la garganta la comida, la cual en esta posición, no podrá entrar en los pulmones del pájaro. Acto seguido y valiéndonos de una jeringa dotada de una estrecha boquilla, proyectemos al interior del buche agua tibia mezclada con 1/4 de cucharadita de bicarbonato de sosa. Repitamos la operación dos o tres veces. Si hemos detectado el problema demasiado tarde, cabe que resulte necesario el uso de antibióticos.
De todos modos consultemos a nuestro veterinario si surge algún problema adicional.


ARRANQUE DE PLUMAS

El arrancarse las plumas constituye, en muchos pájaros, un desequilibrio patológico cuyas razones no son claramente conocidas. Algunos expertos consideran que ello débese a la carencia de componentes minerales en la dieta. Sea como fuere y a parte tal circunstancia, constituye un hecho cierto que se presenta con frecuencia en aquellos pájaros que viven solos, los cuales se arrancan primero una pluma y la mastican, después se arrancan otra, a continuación y otra y otra hasta que llegan un momento que en su plumaje hacen su aparición zonas totalmente desprovistas de ellas. Dichos puntos a menudo se inflaman debido a que también las nuevas plumas son arrancadas. Contra esta tendencia se consiguen unos resultados favorables introduciendo ramas de árbol frutal en la jaula al objeto de que el pájaro pueda roerlas y proporcionándole asimismo una solución de cloruro sódico.

Tanto las uñas como la mandíbula superior pueden ser objeto de un recorte cuando se han desarrollado en exceso. En el primer caso cabe utilizar un cortauñas o unas tijeras mientras que en el segundo lo más apropiado es una lima de manicura. Procede no olvidar que el vaso sanguíneo de las uñas se ve fácilmente y debe por ello extremarse el cuidado para no seccionarlo. Recortemos pues sólo una pequeñas parte cada vez y si a pesar de todas las precauciones se produce una hemorragia, ésta se detendrá al cabo de poco tiempo aplicándoles un poco de agua oxigenada. Valerse de unas tijeras es probablemente el mejor método ya que aparte ser más rápido obvia el problema de que son muchos los pájaros a los que desagrada el ruido y el contacto de una lima o de una tela esmeril. 
A parte de ello, el limar requiere bastante tiempo y cabe que el pájaro llegue a asociarnos con esta desagradable labor. Si así fuese quedaría neutralizada buena parte del adiestramiento positivo que valiéndonos de nuestro dedo y con gran esfuerzo hemos alcanzado.

Cuando procedamos a limarle la mandíbula, apliquémosle primero una capa de aceite de cocina y sujetémosle la cabeza entre el pulgar y el índice para evitar que nos muerda. Puede que resulte más fácil llevar a cabo la labor si insertamos una ramita entre las mandíbulas de modo que muerda ésta en lugar de nuestros dedos. Si la Ninfa/Carolina ha dispuesto en todo momento de un escudo de sepia, generalmente no será necesario que le limemos el pico ya que su contacto frecuente con dicho escudo lo mantendrá dentro de la dimensión correcta.


EL RESFRIADO COMÚN

La Ninfa/Carolina que sufre de un resfriado común puede ser sometida a tratamiento instalándola en una jaula hospital con una temperatura templada y añadiendo antibióticos al agua que utiliza para beber. Los síntomas de un resfriado a menudo son los mismos que en el caso de algunas de las enfermedades más graves y, aparte el hecho de que harán que nuestro pájaro se muestre apático, serán similares a los de un ser humano, es decir, flujo abundante de mucosidades, negativa a tomar alimentos, profusión de estornudos y respiración dificultosa.
Con frecuencia deberemos proceder a eliminar la mucosidad secas de sus orificios nasales, utilizando para tal fin un poco de agua tibia y algodón. También podemos valernos de un inhalante, el cual encontraremos en nuestro establecimiento de animales de compañía. Si, con todo, nuestro pájaro no se recupera al cabo de poco días, llevémoslo de inmediato a nuestro veterinario.
Si se observa en él que tiene los ojos llorosos o los mantiene cerrados durante prolongados períodos de tiempo y de repente empieza a parpadear con rapidez, cabe que sufra de conjuntivitis. El aislarlo en una jaula hospital y tratarle los ojos con una pomada a base de cloramfenicol probablemente resolverá el problema en un breve espacio de tiempo.


MUDA FRANCESA

La muda francesa se caracteriza por la pérdida continuada de plumas de la cola y de las alas, impidiendo con ello que el pájaro pueda volar de un modo adecuado. Esta circunstancia también da lugar a que los pájaros presenten un aspecto raído. Los ejemplares que sufren de muda francesa generalmente tienen una vida corta. Se ignora a qué se debe esta dolencia pero se ha conseguido cierto éxito en evitarla sumergiendo a los pájaros en una solución desinfectante, lo cual no sólo impide que se produzca una infección sino que además contribuye a que crezcan de nuevo las plumas perdidas.

Hemos considerado anteriormente el problema de la oclusión ovárica pero es un hecho lo suficientemente grave como para que volvamos a mencionarlo de nuevo. Dicho problema surge cuando la hembra no puede expulsar un huevo de modo natural desde su cloaca u oviducto inferior pero conviene señalar que los pájaros alimentados con una dieta sana y que cuentan con buenas disponibilidades de escudo de sepia y de cascajo generalmente no se ven expuestos a esta circunstancia. en una oclusión el huevo se detiene en su recorrido, bloquea la salida de los excrementos y la hembra muere de toxemia. No obstante, si el problema se descubre a tiempo, cabe obviarlo con éxito lubricando la cloaca con unas gotas de agua. También puede hacerse uso de aceite vegetal o mineral en sustitución del agua. De todos modos es probable que se necesiten dos personas para llevar a cabo esta operación, una para sostener el pájaro en posición de abdomen hacia arriba mientras la otra lubrica el orificio anal con ayuda de un cuentagotas ocular. Después, podemos instalar al pájaro en una jaula hospital con temperatura templada y lo más probable es que ponga el huevo en cuestión de horas e incluso más pronto.
Cabe también que necesite una ligera presión de nuestros dedos para que el huevo se deslice. Si debemos proceder de este modo, hagámoslo con el pájaro colocado con su abdomen hacia arriba. Localicemos entonces, mediante el tacto, el extremo superior del huevo y presionémoslo suavemente para que se deslice por el oviducto hacia el orificio anal.

Como ya hemos tenido ocasión de sugerir, a nuestros pájaros enjaulados les gusta poder gozar, algunas veces, de aires fresco y es por ello que conviene instalar sus jaulas en un punto exterior de un modo regular y frecuente. Destaquemos, no obstante, que uno de los peligros que encierra este contacto exterior es de la insolación. Asegurémonos, pues, de vigilar a menudo la jaula para comprobar que no se halla expuesta a los rayos solares de forma excesivamente directa y si a pesar de todas las precauciones tal circunstancia se diera, rociemos a nuestro pájaro con agua fría o envolvámoslo ligeramente en una tela húmeda hasta que su temperatura vuelva a la normalidad.

Si detectamos un bulto amarillento bajo la piel de nuestro pájaro, ello puede significar que se ha desarrollado en él un tumor, el cual, si es de tipo canceroso, puede demostrarse fatal. No obstante, algunos de los de carácter superficial pueden ser eliminados con éxito por un veterinario. Sea como fuere, si sospechamos que nuestra Ninfa/Carolina se halla afectada por este problema, debemos llevarla a consulta pues  no existe ningún tratamiento doméstico para esta clase de dolencias.


PSITACOSIS

La enfermedad más temida por los avicultores y criadores, de entre las que atacan a los loros y periquitos, es la psitacosis u ornitosis. Esta enfermedad puede ser transmitida al hombre y, en ciertos casos, ha sido causa de muerte. En algunos lugares del mundo, los pájaros deben ser sometidos a reconocimientos para determinar si la sufren antes de que puedan incorporarse a un grupo o ser utilizadas para la cría. Acostumbra a hacer acto de presencia en grandes bandadas no sujetas a control alguno. Aspecto a considerar es que esta enfermedad no se manifiesta a través de un cuadro clínico específico y que solamente aquellos ejemplares que sufren una fuerte infección presentan síntomas tales como diarrea, somnolencia y neumonía. En los seres humanos, los síntomas son muy parecidos a los de la gripe.

Si en nuestra pajarera ha muerto un número elevado de pájaros, hagamos que un veterinario u otro experto procedan a examinar una muestra de los excrementos para determinar si se trata de psitacosis.
La mejor defensa contra esta enfermedad es la limpieza. Por dicho motivo, el llevar a cabo todos los días la del fondo de la jaula o del suelo de la jaula o pajarera así como una desinfección meticulosa del entorno mantendrá a los pájaros sanos.

El placer de poseer y cuidar nuestras propias Ninfas/Carolinas se mantendrá durante muchos años y los descubrimientos que haremos todos los días observando su actividad nos asombrarán y nos deleitarán. Muchos poseedores de Ninfas/Carolinas intesifican la satisfacción que de ello se deriva compartiendo sus experiencias con otros.
De igual modo que el número de poseedores de Ninfas/Carolinas aumenta todos los años, también ocurre lo propio con la formación a través de asociaciones. Las más grandes y mejor organizadas a menudo celebran reuniones de carácter regular a las que asisten, como conferenciantes invitados, expertos y criadores. Aparte todo ello, los miembros de asociaciones se reúnen para discutir e intercambiar ideas sobre cuidados, cría y desarrollo de sus pájaros.

Cualquiera que haya decidido instalar una Ninfa/Carolina en su casa, cede con ello una parte de sí mismo a otro ser viviente. La confianza mutua y la satisfacción que se deriva de esta asociación sólo puede servir para enriquecer las vidas de todos los implicados, ya se trate de seres humanos o pájaros.







Pájaros

domingo, 14 de agosto de 2011

MANTENER EL BUEN ESTADO DE SALUD

Los poseedores de Ninfas/Carolinas tienen suerte y ya que estas con muy fuertes y altamente resistentes a las enfermedades. Debido a su largo historial al aire libre, han desarrollado una gran fortaleza para hacer frente a muchas dolencias habituales de las que son víctimas otros pájaros de jaula con mucha más facilidad.
No resulta infrecuente el que la vida de las Ninfas/Carolinas transcurra sin estar enfermas ni una sola vez.
Pese a ello, se ha podido comprobar que puede sucumbir ante un resfriado común o un desarreglo intestinal.

Cabe esperar que hayamos llegado a casa acompañados de un pájaro sano. Sin embargo, siempre existe la posibilidad de que sufra el ataque de una enfermedad en un momento posterior.
Si ya disponemos de una Ninfa/Carolina (o bien abrigamos la intención de instalar nuestro nuevo pájaro junto a otros), constituye una sabia sugerencia mantener al recién llegado separado de los que ya se encuentran en la jaula o en la pajarera.
De este modo, podremos comprobar si se presenta algún problema antes de que se transmita al resto de los ejemplares sanos.


Podemos fácilmente decir si nuestra Ninfa/Carolina se halla enferma, dado que se sabe que todas ellas reaccionan de un modo similar. Si tal es el caso, permanecerá inmóvil y ahuecara el plumaje, escondiendo la cabeza entre las plumas en un intento de retener el máximo posible de calor corporal.
A menudo moqueara profusamente y mostrara unos ojos enrojecidos. sus movimientos generales serán apáticos y podremos observar que tiembla visiblemente.
Unas deposiciones muy fluidas pueden constituir un indicio de enfermedad pero también ser resultado de un cambio de dieta. Es mejor no considerar el aspecto de las deposiciones como un elemento de diagnóstico a menos que también se hallen presentes otros síntomas.

Si nuestro pájaro está enfermo y se halla en una jaula junto con otros, resulta aconsejable trasladarlo a una jaula hospital aislada pues esto nos permitirá controlar el tratamiento de la dolencia y evitar que ésta se transmita al resto de nuestros pájaros.
Podemos convertir una jaula corriente en otra que sirva a estos fines y ello simplemente cubriendo la parte posterior y laterales con un tejido espeso y calentando su interior con una bombilla colocada en la parte superior o mediante una esterilla eléctrica situada debajo.
Dejar la parte frontal sin cubrir evita que el pájaro deba permanecer demasiado tiempo solo en la oscuridad. Es asimismo bueno para el bienestar del pájaro que pueda ver la habitación en que se halla instalada la jaula. Dado que los pájaros enfermos experimentan cierta dificultad para mantener el equilibrio deberemos colocar los recipientes de la comida y del agua en el suelo y retirar todas las perchas y palos.
También deberemos colocar en un punto más bajo el escudo de sepia al objeto de que el pájaro pueda llegar hasta él con facilidad y sin necesidad de esforzarse.


Existe un cierto número de remedios caseros de reconocida eficacia contra las diversas dolencias que pueden afectar a las Ninfas/Carolinas.
Las enfermedades que vamos a mencionar aquí son las que con mayor frecuencia discuten los expertos y también las que cuentan con curas o tratamientos bien conocidos.
Ahora bien, por pequeña que sea la duda que nos asalte con relación al diagnóstico particular de nuestro pájaro, acudamos a la consulta de un veterinario. Estos profesionales experimentados deben constituir nuestra primera fuente de información medica respecto al bienestar de nuestro pájaro.

VARIEDADES DE NINFAS CAROLINAS

Aun cuando la cría encaminada a la obtención de determinados colores es una ciencia genética del mayor interés para el criador profesional de Ninfas/Carolinas, consideramos que debemos hacer mención de ella aqui dado que los polluelos que incubarán nuestros pájaros dependen de la variedad con la cual comenzamos.
Predecir cuáles van a ser los colores que se hallarán presentes en una nidada cualquiera, requiere un conocimiento de la leyes de la genética y contar con unas anotaciones muy cuidadosas respecto a la cría en la que quede de manifiesto el árbol genealógico de cada uno de los pájaros que componen la pareja en cuestión. Si deseamos llevar a cabo estas crías controladas, es mejor consultar a un criador experto.


GRIS. La Ninfa/Carolina más corriente en cuanto a color, es la que presenta los que tienen estos pájaros en su hábitat natural, el cual es gris, con un penacho amarillo y unas manchas de color anaranjado fuerte en las mejillas. Los criadores se valen de estos pájaros para mejorar el tamaño y la estructura de los ejemplares pertenecientes a las diferentes ramas de color.


ALBINA. La Ninfa/Carolina albina con ojos rojos fue la primera mutación conocida y apareció alrededor de 1959. Su color no es blanco puro y mantiene todavía en sus mejillas, en forma reconocible, las manchas anaranjadas, un penacho amarillo y unas plumas ligeramente amarillentas en la cola. Algunos de estos pájaros presentan espacios carentes de plumas en su cabeza detrás del penacho. Los criadores evitan utilizar este tipo de pájaros ante el temor que de la carencia de plumas sea heredada por su descendencia independientemente de cuál sea su color. Existen también Ninfas/Carolinas blancas con ojos negros pero, en este caso, no se trata de albinos auténticos pues su historial genético es completamente diferente.


LUTINO. Las Ninfas/Carolinas Lutino son, en realidad, albinos amarillos con ojos rojos. De hecho, son albinos con una mayor tonalidad amarilla en la totalidad de su plumaje.


CANELA O ISABELAS. Las Ninfas/Carolinas Canela o Isabela son de tonalidad plateada y se consideran muy atractivas. La cabeza, la frente, las mejillas y la barbilla son de color castaño con el extremo amarillo. Las manchas de las mejillas son las habituales de color anaranjado. Los puntos que en la especies silvestres son de color gris, en esta variedad son más bien de color castaño. Las alas con de color canela con unas leves manchas amarillas. Estas variaciones hacen que el pájaro visto a distancia, aparezca de color canela en toda su superficie corporal.
Las variaciones de tonalidad más clara presentan un color más cremoso que canela.


PERLADA. Las Ninfas/Carolinas Perladas tienen un plumaje de tonalidad ligeramente más clara que los ejemplares silvestres presentan unas manchas blancas y amarillas en la parte anterior de sus alas. Sus penachos son grises con tonalidad amarillenta presenta únicamente en la base de las plumas del penacho.
Existen ejemplares con ojos negros y rojos, si bien el negro es el más corriente.

Las Ninfas/Carolinas rebordeadas son parecidas a las perladas pero las plumas del lomo y de las alas presentan un reborde oscuro o claro. Sin embargo, estos colores muestran tendencia a menguar con el paso de los años.


ARLEQUÍN. Las Ninfas/Carolinas Arlequinadas se presentan en diversos colores que cubren alrededor del 50 % de sus cuerpos. La mayoría de los ejemplares más llamativos tienen penachos amarillos pero algunos sólo cuentan con manchas de dicho color. Los ejemplares arlequinados de color blanco cuentan con unas pocas plumas grises.

Gracias a la continuación de la cría genética controlada, cabe que aparezcan otras variedades en el curso de los años venideros. La genética no es una ciencia exacta y los expertos consideran que todavía quedan por desvelar algunas sorpresas en las Ninfas/Carolinas criadas de modos diferentes.
Algunos ejemplos son los siguientes:

CARA AMARILLA.


CARA BLANCA.


PLATA.


OLIVA.