miércoles, 14 de septiembre de 2011

CURIOSIDADES Y COMPORTAMIENTOS



HISTORIA

Las cacatúas han sido descritas en la literatura desde el sigo XVIII. Fueron expuestas en el Jardín des Plantes, en París, en 1846, y allí fueron criadas con éxito. La Ninfa/Carolina era ya considerada un ave de aviario asentada en la Europa de 1884, y se hizo un huevo en EE.UU. en 1910. Han sido criadas en Australia desde 1901. El interés en esta ave poco valorada en aquel entonces se aceleró cuando apareció la mutación lutino en 1958.
Se ha escrito mucho discutiendo y cambiando los nombre científicos de esta especie. Nosotros usamos Nymphicus Hollandicus (Kerr).

En la actualidad podemos ver Ninfas/Carolinas con muchas variaciones de colores y patrón de pigmentación, pero deberíamos usar el ave gris original como guía del tamaño y talla. Las dietas domésticas y la cría controlada han proporcionado la base para que la Ninfa/Carolina incremente su tamaño, aspecto que sin duda se ha visto potenciado por las exigencias del mercado, pero que debe ser vigilado para que se conserve la integridad de la Ninfa/Carolina silvestre.

Los estándares deberían redactarse de modo que la Ninfa/Carolina perfecta e ideal sea exactamente eso, y que no sea mayor, más larga, más plumosa, etc... Deberían llevarse a cabo todos los esfuerzos posibles para asegurar que nuestra Ninfa/Carolina perfecta y normal no sufra un destino similar al del actualmente casi irreconocible periquito de concurso.
Las Ninfas/Carolinas son unas psitácidas de tamaño pequeño o mediano, y deberían medir de 300 a 330 mm de longitud. Algunos estándares para las exposiciones potencian un ave mayor, de hasta 350 mm. Estas medidas incluyen un penacho móvil que se va estrechando hacia su extremo, que mide 50 mm o más, y su cola, larga y esbelta, que constituye la mitad de toda su longitud. El peso normal es de 90-120 g.
La primera descripción del estándar para las exposiciones de la Australian National Cockatiel Society es sucinto e ideal: "La Ninfa/Carolina es un ave rolliza y de buen aspecto que tiene un dorso recto y un tórax lleno, lo que confiere el aspecto general de que se trata de un ave fuerte y capaz de desplazarse a lo largo de amplias áreas en busca de su alimento diario".

No podemos considerarlas, simplemente, como "pájaros grises". Si las observamos de cerca veremos tonos que van del gris plomo al del carbón vegetal por todo el cuerpo del ave. Los tonos castaños y la difusión subyacente de color amarillo hacen que la intensidad de color sea mayor. Todas las Ninfas/Carolinas normales disponen de un patrón de coloración blanca en los hombros y en las plumas remeras. Este patrón de coloraciones se une para dar lugar a un barrado blanco en las alas, que es claramente visible en reposo o durante el vuelo. Cuando la difusión de amarillo es rica, este barrado blanco de las alas tiene franjas amarillas.
Los machos maduros desarrollan una cara y un cuello de color amarillo vivo y muestran una mancha anaranjada en la mejilla. La profundidad y la extensión de color amarillo vivo desde la cara hasta alrededor de la mitad de su longitud, y luego tienen unas puntas de tonalidad gris. Usan su expresivo penacho para comunicarse.

Las hembras tienen una cantidad similar de color amarillo y anaranjado en la cara, pero este color se halla superpuesto por una difusión de color gris. Las plumas timoneras inferiores están barradas con tonalidades amarillas y suelen tener un pecho de tonos grises o moteados. La cresta de las hembras es fundamentalmente gris, pero es tan expresiva y larga como la de los machos.

Nada más eclosionar, las Ninfas/Carolinas normales, de tipo silvestre, tienen un plumón amarillo y los ojos oscuros. Los juveniles tienen unas ceras de tono rosado que se "encienden" cuando tienen miedo o se han hecho daño. Las Ninfas/Carolinas jóvenes tienen una coloración más oscura, hasta que aparece el plumón pulverulento en cantidad suficiente como para dispersarse por todo el plumaje. Esta distribución suaviza el color de la Ninfa/Carolina y también ayuda a hacer que su plumaje sea impermeable.

Los machos jóvenes se parecen mucho a las hembras hasta alrededor de los cuatro meses de vida, cuando empiezan a mostrar un listado amarillo en el rostro y reemplazan las plumas timoneras barradas por unas de color uniforme. Las Ninfas/Carolinas tienen unas ceras, pies, uñas y ojos de color gris oscuro cuando son adultas.
En la Biblioteca del Naturalista, que consta de 40 volúmenes datados de 1833-1843, el autor William Jardine, muestra en el volumen 10, un dibujo pintado a mano por Gould de la "Ninfa/Carolina de mejillas rojas". Esta ave fue identificada como Nymphious Novae Hollandieae. Su observación muestra, claramente, a la Ninfa/Carolina nativa de Australia. En otros libros históricos las Ninfas/Carolinas han sido conocidas con el nombre de "corellas", "pericos crestados", "pericos crestados de tierra", "loro gris", "loro de penacho amarillo" y "loro cacatúa".

Las Ninfas/Carolinas están distribuidas por toda Australia. No obstante, la mayoría de los avistamientos en Tasmania corresponden, probablemente, a ejemplares que se han escapado de aviarios. Por lo general evitan las zonas costeras, a no ser que en el interior los veranos hayan sido muy secos. En tal caso, migran cerca de las costa, donde las condiciones son más favorables. Debido a su capacidad de adaptación pueden encontrarse en cualquier lugar de Australia en el que dispongan de un aliento adecuado y de agua.

Observar a las Ninfas/Carolinas en la naturaleza era una gran prioridad para nosotros mientras estuvimos, hace poco, en los territorios del norte. A cuatro horas al sur de Darwin, en Pine Creek, vimos a un pequeño grupo de Ninfas/Carolinas. Al acercarnos, los progenitores volaron hasta un árbol muerto cercano. La hembra quedó claramente a la vista, pero el macho se colocó de lado sobre la rama y prácticamente desapareció de nuestra vista. El y la rama tenían un color muy parecido. Esto hizo que nos diésemos cuenta de que quizá habíamos pasado cerca de muchas Ninfas/Carolinas sin verlas.
Las siete aves jóvenes permanecieron al lado de la carretera de grava, picoteando afanosamente en un lugar. Seguimos acercándonos, hasta que huyeron volando y se les unieron sus progenitores. Pasamos algún tiempo intentando dilucidar qué estaban comiendo, pero no descubrimos nada reconocible. O las semillas de este lugar desnudo con grava fina eran demasiado pequeñas como para verlas o estaban interesadas en la grava arenosa y roja.
Colocadas sobre los cables del teléfono, con los penachos elevados a modo de estado de alarma, las Ninfas/Carolinas que viven en las zonas de Australia Occidental donde se cultiva trigo son fácilmente reconocibles.



LA ADQUISICIÓN DE LOS EJEMPLARES

Si entra en cualquier tienda de mascotas encontrará Ninfas/Carolinas en venta. Generalmente se trata de ejemplares grises normalmente, y habrá unos poco de las mutaciones más normales, como la lutino, la perlada y la arlequinada.

Para alguien que quiera unas pocas aves alegres y atractivas para tenerlas en una pajarera en el jardín trasero, su adquisición de manos de un tratante o en una tienda de mascotas, probablemente será suficiente. No obstante, para aquellos interesados en la cría de mutaciones de colores, es mejor adquirir las aves de manos de criadores privados, que vigilan muy de cerca los apareamientos entres sus ejemplares, mantienen unos registros precisos y pueden garantizar la genética de sus aves.
Para aquellos que quieran una mascota, los mejores ejemplares serán, sin duda, los polluelos criados manualmente (Papilleros). Éstos ya estarán acostumbrados a las personas y a su manejo. Los ejemplares más gregarios se distinguirán de inmediato, ya que suelen agarrarse a la alambrada pidiendo la atención de las personas mucho tiempo después de su destete.
Independientemente del objetivo que se tenga para las aves, hay algunas cosas básicas en las que fijarse en lo referente a la salud y al bienestar de los ejemplares que vaya a escoger. Una de las cualidades más encantadoras de la Ninfa/Carolina es su carácter activo y alegre. Cuando no duerme, cosa que hace a lo largo de la parte central del día, debería moverse activamente de un lado a otro, acicalarse, alimentarse y explorar la zona en la que vive, lo que hace que, para un neófito, sea realmente fácil escoger un ejemplar sano.
Si va a escoger aves en verano, vaya a primera hora de la mañana, antes de que haga calor. Durante esta parte del día las aves deberían estar activas y , así un ejemplar que tenga aspecto de estar dormido y encontrarse mal será más fácil de distinguir. En condiciones muy calurosas, la mayoría de las Ninfas/Carolinas dascansarán sobre ambas patas y tendrán las alas extendidas, las plumas pegadas al cuerpo y el pico ligeramente abierto; desde luego que no es una postura más atractiva. La captura y el transporte de aves cuando hace calor es estresante y no es una buena idea.
En invierno es mejor ir a verlas a último hora del día, cuando inician su comida vespertina. En este momento del día deberían mostrarse activas y no sentir el frío, por lo que debería evitarse la adquisición de un ave que siga teniendo el plumaje hinchado y sestee mientras mantiene una postura apoyándose sobre las dos patas.
El ave que escoja debe tener un buen tamaño y un buen plumaje en relación a su edad.

Las Ninfas/Carolinas crecen hasta, por lo menos, los doce meses de vida. Incluso los ejemplares jóvenes que han sufrido enfermedades o lesiones alcanzarán normalmente su tamaño normal en este periodo si se les suministra una buena dieta. Así pues, busque aves que tengan un tamaño razonable para su edad, y fíjese mucho más en su conformación, que cambiará en menor grado a medida que el ave madure.

Las aves jóvenes pueden parecer realmente pequeñas y desaliñadas cuando sufren su muda juvenil entre los cuatro y los seis meses de vida. Si sabe que el ave que quiere adquirir tiene esa edad, podrá excusar su aspecto, pero no obstante, lo mejor es escoger sólo aquellos ejemplares que tengan un buen plumaje.

Las Ninfas/Carolinas adultas mudan en enero o febrero (hemisferio sur), aunque una climatología anómala puede dar lugar a mudas más tempranas o tardías. Escoger, en esta época, un ave con un plumaje perfecto puede resultar difícil.
Una de las zonas extensas sin plumas (calvas) en esta época del año suelen ser resultado de un acicalado excesivo por parte de otras aves, especialmente cuando son tenidas en grandes cantidades y con pocas cosas que las mantengan ocupadas. Esto, a pesar de tener un aspecto poco estético, es inocuo, aunque el ave que arranque plumas frecuentemente será un progenitor que también las arranque. Por otro lado, deberían evitarse los ejemplares con cualquier signo de automutilación o de una salida anormal del plumaje. Evita las aves a las que les falten plumas alrededor de los ojos, ya que esto puede ser síntoma de que se tratan de portadores de psitacosis, una enfermedad muy contagiosa entre las aves. Otros síntomas a evitar son la respiración dificultosa, las infecciones oculares y las secreciones nasales, ya que son síntomas de esta misma enfermedad y, en general, de mala salud.

Debería observar detenidamente a los ejemplares para ver si sufren cojeras o anomalías en el pico y los dedos de las patas. Su cloaca y las plumas que la rodean deberían estar límpias y cuando coja al ave que ha elegido, ésta debería tener una capa de musculatura y carne firmes a cada lado de la quilla. Una quilla afilada y pronunciada es signo de mala salud o de una infestación grave por parásitos internos.
Para aquellos interesados en exponer su ejemplares en concursos, las sociedades nacionales dedicadas a esta ave pueden proporcionarle una copia del estándar nacional. Para aquellos que simplemente estén interesados en la cría de ejemplares de buena calidad, dicho estándar puede ser usado como guía. Con el tiempo, irá distinguiendo a las aves de buena calidad y sabrá, automáticamente, en qué fijarse.
El error más fecuente es criar en pos de color y las manchas poniendo un menor énfasis en una buena conformación.
Al adquirir ejemplares procedentes de criadores, pero sin verlos, ya que puede que residan en una gran distancia como para hacer una visita, tan sólo puede fiarse de la honestidad del criador cuando le hable de sus aves. Todos los ejemplares que salen de una jaula de transporte tienen un aspecto estresado y con el plumaje encrespado. A no ser que las aves estén en un obvio mal estado o no sean en absoluto lo que quería, la valoración final sobre sus nuevas adquisiciones debería aplazarse, como mínimo, unos pocos días (preferiblemente semanas) para permitir que las aves de asienten y vuelvan a acicalarse. Sin embargo, no debería aceptar, bajo ninguna circunstancia, aves que crea que ha recibido mediante una descripción engañosa.
Cualquier animal nuevo, independientemente de la especia a la que pertenezca, debería pasar una cuarentena de por lo menos cuatro semanas (preferiblemente seis) antes de ser alojado junto con sus otras aves. Durante este periodo, sus nuevos ejemplares deben ser sometidos a un tratamiento contra los parásitos internos y externos para evitar que los pudieran transmitir a las aves que ya tiene, y se les debería observar cuidadosamente por si muestran síntomas de enfermedad.




NINFAS/CAROLINAS CONSIDERADAS COMO MASCOTAS

Las Ninfas/Carolinas consideradas como mascotas están más felices si las tenemos en parejas que si las tenemos solas, ya que esto es algo innatural siendo, como son, una especie gregaria. Sin atenciones regulares ni compañerismo, estas inteligentes aves frecuentemente se frustrarán y desarrollarán problemas del comportamiento, como gritar solicitando atención o arrancarse las plumas.
En teoría nos convertimos en la bandada del ave y, por tanto, somos los sustitutos de su necesidad de compañía. Lo cierto es que la novedad que supone tener un ave dócil puede pasar pronto, y el ave pasará más y más tiempo encerrado en una jaula, el tamaño de la cual sería el equivalente a que una persona quedara encerrada en un cuarto de baño. cuando nos referimos a dos aves tenidas como mascotas hablamos de dos ejemplares, que no tienen porqué ser un macho y una hembra. Debería evitar tener una pareja si no desea hacerlas criar.

El alojamiento, la dieta y otros aspectos del manejo relevantes a los cuidados de estas aves tenidas como mascotas ya ha sido tratado en temas anteriores de este Blog. Esto nos hace recordar algunas de las falacias tales como: "si tengo dos aves no seguirán siendo dóciles".

Si adquiere dos ejemplares que hayan sido criados manualmente (Papilleros) y los maneja con frecuencia, no hay razón alguna para esperar que se vuelvan salvajes. Los periquitos criados manualmente prefieren tener amigos que sean de su misma especie, pero las Ninfas/Carolinas pueden compartir fácilmente sus aficiones con usted y con un ave.

La personalidad de las Ninfas/Carolinas varía mucho, y no todas son buenas mascotas. El criador debería proporcionarle una mascota que proceda de una familia especialmente gregaria y amistosa. Estas aves, al ser criadas manualmente (Papilleras), suelen seguir siendo dóciles incluso al tenerlar en un aviario con compañeras no dóciles. Si adquiere un ave que tiene como mascota, le recomiendamos que amanse a la nueva antes de hacer las presentaciones. El miedo que siente el ejemplar nuevo será captado por el ave que ya tiene y puede alarmarla. Mucha gente que ha adquirido nuestros ejemplares papilleros como compañero para una mascota me han informado de que la personalidad de su primera ave ha florecido con la introducción del nuevo y dócil ejemplar.
"Si tengo dos ejemplares no podré enseñarles a hablar". La capacidad de imitar y el deseo de hacerlo varían entre las distintas aves, teniendo los machos una mayor inclinación a aprender palabras. No enseñamos a nuestros ejemplares a hablar, de forma autodidacta, a silbar y a hacer un ruido parecido al del pato Donald. Como era un macho muy gregario y parlanchín, logró enseñar al resto de los machos y a alguna de las hembras a hacer el mismo ruido. Estamos seguros de que si le hubieramos repetido algunas palabras continuamente habría aprendido a hablar y probablemente, hubiera enseñado a muchos de los ejemplares a decir las mismas palabras. Nos llegan muchos comentarios de aves tenidas como mascotas que han aprendido a hablar o a silbar una determinada canción.

En cuanto a cuál de los dos sexos es mejor como mascota, ambos tienen atributos que les hacen ideales. Los machos tienen tendencia a ser muy gregarios y divertidos, aunque a muchos no le hace gracia que les acaricien y les rasquen, aunque si les gusta subirse a su cabeza o su hombro mostrando así una cierta dominancia sexual. Las hembras, por otro lado, son muy dulces y afectuosas, y generalmente insistirán para que les rasquen la cabeza durante horas. Frecuentemente se sienten satisfechas recostándose contra su cuello y sentándose tranquilamente durante largos periodos.

Las Ninfas/Carolinas jóvenes pierden peso durante el proceso del destete y puede enfermar si las somete a estrés, como el ser transportadas a un nuevo hogar, a una tienda de mascotas o a un tratante de aves. Por tanto, preferimos vender nuestras mascotas una vez que estamos seguros de que comen bien por su cuenta. También necesitan ser manipuladas para así aprender a acudir a su propietario para obtener compañía, y no sólo alimento. Las Ninfas/Carolinas que han sido criadas manualmente serán dóciles y tendrán confianza con la persona que las ha criado, pero quizás todavía se muestren desconfiadas con los desconocidos. Hay pasos importantes que se deben toar al adaptar a sus aves a su nuevo hogar.
Siempre que entregamos ejemplares a su nuevo propietario lo realizamos con una pequeña cantidad de las semillas a las que están acostumbradas y una hoja con detalles sobre sus cuidados y dieta. Recomendamos que los animales permanezcan en su jaula durante por lo menos un día, hasta que se vayan acostumbrando a las voces y al aspecto de sus nuevos propietarios y a los ruidos de su nuevo entorno, especialmente a cualquier animal nuevo. Si la familia posee varios niños, recomendamos que sólo un adulto y un niño estén con el ave cada vez. Una habitación llena de gente desconocida puede espantarlas.

Los pájaros deberían ser tenidos en una habitación pequeña al principio y se les tendría que permitir salir de la jaula por su cuenta, si es posible, o se les debería animar para que saltasen y se colocasen sobre su mano para sacarles de la jaula. No las persiga por la jaula, ya que así aprenderían a tener miedo. Las aves a las que se les ha permitido salir de la jaula y explorar su entorno sin mostrar miedo se acostumbrarán rápidamente a éste y a sus nuevos propietarios. La habitación pequeña evitará que salgan volando con demasiada rapidez y que se puedan lesionar o asustar por los objetos presentes en la habitación.
Si al principio vuelan alejándose de usted y se posan sobre la barra de una cortina, déjeles que se calmen antes de acercarse tranquilamente y anímeles a que se posen sobre su mano. Siempre recomendamos disponer de un poco de eucalipto o hierbas que estén produciendo semillas para mantenerles ocupadas mientras están sobre su regazo o su mano.
Ademas de suponer un premio, proporcionan a un ave nerviosa algo que hacer y tienen un efecto tranquilizador. A medida que se acostumbren a usted y a su nuevo entorno, se irán volviendo cada vez más atrevidas y se les podrá permitir explorar zonas más amplias dentro de casa.
No obstante, a no ser que les recorte las plumas de un ala (como ya indicamos, desde este Blog no somos partidarios de esta práctica), lo mejor será tener a las aves en habitaciones que no tengan aberturas hacia el exterior de la casa o las ventanas cerradas. 
Nos llamaron personas que han perdido a sus mascotas porque han salido fuera de casa con su animal posado sobre su hombro. Tan pronto como el ave ve que se encuentra en un territorio desconocido suele salir volando debido al pánico y lógicamente la perderemos en un momento.

Los ruidos fuertes y repentinos alarmarán a sus aves, especialmente los del teléfono y el timbre de la casa. Los hornos, los fregaderos y las neveras son potenciales trampas mortales para las Ninfas/Carolinas tenidas como mascotas. Si es posible, eche las cortinas y cierre las puertas que dan acceso al baño o a la cocina.
También deben estar atento a las plantas caseras potencialmente venenosas, al gato o al perro y a los pulverizadores tóxicos de insecticida. Lo más importante que debe recordar para la seguridad de su mascota es que, simplemente, debe estar atento a sus aves y a lo que hacen mientras están fuera de su jaula y juegan en su entorno. 
Con un poco de cuidado debería poder disfrutar durante años del compañerismo de estas encantadores y pequeñas aves.